Para pensar en grande debemos
tener el vocabulario y la actitud de los que piensan en grande. Es muy importante tomar en cuenta ideas como:
1.
Utilizar palabras que evoquen ánimo, positivismo,
grandiosidad, felicidad, buenos deseos, triunfo ... a nuestra imaginación y a
nuestro subconsciente, muy especialmente cuando nos referimos a nuestros
sentimientos y deseos y cuando nos describimos a nosotros mismos. Si nos referimos a nosotros mismos, debemos
utilizar un lenguaje positivo y de buen ánimo, condicionándonos de esta manera
a pensar y sentir así.
2.
Si nos referimos a los demás también debemos
hacerlo de manera muy positiva evitando el lenguaje desmoralizador. Elogiar con sinceridad a los demás, cada vez
que tengamos la oportunidad, nos va trillando el camino al éxito. Para vender una idea, un proyecto o para
establecer planes a los demás, debemos prometer éxito y triunfo con seguridad y
despertaremos el entusiasmo en los demás.
3.
Con mucha frecuencia nos vendemos a nosotros
mismos muy barato. Creemos que somos
algo sin valor, cuando no es así. No nos
podemos vender a nosotros mismos por menor valor del que realmente tenemos,
tendemos a pensar que no valemos mucho, sin embargo somos mucho mas valiosos de
lo que creemos.
4.
Ver lo que puede ser, no lo que es, nos ayuda a
valorarnos acertadamente tanto a nosotros como a los otros, ver en lo que nos
podemos convertir. Valorar lo que
hacemos hoy y ver lo grandioso que es nos lleva de seguro al siguiente escalón de ascenso en nuestros
propósitos y planes, dando de lado a las cosas triviales si al evaluarlas vemos
que no tienen importancia.
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